Claves para vestir como una madrina perfecta

Si tienes dudas sobre cómo lucir como una madrina perfecta, hemos preparado este artículo pensando especialmente en ti. Se trata de una de las figuras más destacadas de la vida del novio, y su papel va más allá del paseo de entrada al lugar de la ceremonia, o de permanecer cerca mientras esta tenga lugar. Es un apoyo moral insustituible.

Sin embargo, tratándose de una boda, debemos asumir que el atuendo debe estar a la altura de su papel. ¡Que no cunda el pánico! Ser la madrina perfecta es fácil si se siguen una serie de consejos básicos.

 

1) El largo siempre es un acierto

Sea la hora que sea del día, por tradición, a la madrina le está permitido llevar un vestido largo. Es más, por la elegancia que aporta, es muy recomendable.

Si es de día, puede optar por la clásica mantilla y, si es de noche, por un sencillo y discreto tocado.

2) Si opta por el corto…

Puede que la madrina no esté habituada a vestir de largo o que no le guste por cuestiones como su estatura. Una buena alternativa es el largo midi, que se puede combinar con una pamela de día o, de nuevo por un sencillo tocado de noche.

3) Más que el atuendo, actitud

La madrina perfecta debe sentirse bien con lo que lleva puesto porque, entre otras cosas, debe desenvolverse bien. Para ella es un día muy especial y tendrá mucho que departir con los invitados, mucho que disfrutar.

Eso sí, debe saber estar en su sitio, y hay que asumir que este está en un segundo plano. No restar protagonismo a los novios debe ser la máxima, y eso implica desechar opciones en marfil o beige para el atuendo. Ojo también con el lenguaje verbal y no verbal.

4) Que también acompañe el resto del look

Los complementos mal escogidos pueden estropear el mejor de los vestidos. Si los zapatos son del mismo color que el traje o de un tono similar, no supondrán una ruptura visual, se mimetizarán con el vestido. El formato stiletto es el más apropiado.

Sí se recomienda, en cambio, que el bolso dé juego al look, que sirva para crear contrastes con un color liso o con estampados más atrevidos. Eso sí, guardando el equilibrio con los guantes, si se llevan, los pendientes y los zapatos.

Por supuesto, nada de maquillajes extravagantes.